Wateroil (El Concilio)
En el corazón de esta obra, El Concilio, se despliega una danza entre elementos opuestos: agua y aceite. Dos fuerzas que, por naturaleza, se rechazan, pero que aquí convergen para crear algo inesperado. Es más que una representación visual; es un diálogo entre la fluidez y la densidad, la transparencia y la opacidad, lo efímero y lo perdurable.
El agua fluye como la vida misma: ligera, adaptable, transparente. El aceite, en cambio, se asienta con densidad, ofreciendo resistencia, nutrición y protección. Al unirlos, El Concilio trasciende la oposición, mostrándonos cómo los contrastes no solo conviven, sino que juntos generan una belleza única e irrepetible.
Cada pincelada en esta obra tiene intención, cada color un significado. Las capas de Wateroil no son fortuitas; son símbolos cuidadosamente entretejidos que invitan a contemplar nuestras propias dualidades. Aquí, el caos encuentra equilibrio, y la discordancia se transforma en armonía.
El Concilio es un recordatorio de nuestra humanidad: un reflejo de cómo nuestras diferencias, cuando se abrazan, pueden crear conexiones profundas y nuevos significados. En sus trazos habita la poesía de la reconciliación, un espacio donde la resistencia se transforma en colaboración y donde el arte nos revela que lo opuesto no es un límite, sino un punto de encuentro.
La obra se imprime sobre paneles metálicos ChromaLuxe con acabado semi-gloss, capturando detalles en alta definición y una sorprendente profundidad de color que resalta cada trazo y textura. Este material garantiza durabilidad excepcional, preservando la calidad visual y la intensidad de la imagen con el paso del tiempo.
Cada pieza puede personalizarse en diseño, tamaño y presentación. El marco metálico en tonos gris y negro, incluido en el acabado, aporta elegancia y robustez sin necesidad de cristal, permitiendo una conexión directa entre la obra y el espectador. Así, la imagen cobra vida, ofreciendo una experiencia visual profunda que invita al observador a explorar su propia percepción y a descubrir en cada detalle una historia que resuena personalmente.